En la lucha por la libertad en todo el continente americano
Escrito por Camilo Chica – Comunicaciones FOSPA
En el marco del Fospa en Movimiento y de los encuentros generados como preparativos para el IX FOSPA, se impulsó la Iniciativa de Acción (IdeA), para la población negra o afroamericana, que habita la Amazonía, y está generando desde sus problemáticas, una serie de acciones y propuestas, por la vida y la defensa de este inmenso y diverso territorio.
Por lo tanto, como último webinar previo a la realización del FOSPA, se encontraron expositores de Guyana Francesa y Brasil para discutir, alrededor de sus análisis, acerca de este tema de vital importancia, que redundó en propuestas políticas de las comunidades negras en la Amazonía, durante el encuentro de la IdeA, en el mes de noviembre.
Nora Stephenson del SFPG (Sindicato de Funcionarios Públicos de Guayana), primera expositora por parte de la Guyana Francesa, indicó que están dando los primeros pasos para relacionarse a nivel internacional, a nivel organizativo, pues en su trasegar histórico, vienen siendo una población que ha dado al mundo conciencia de humanidad, pero que, con el proceso de colonización, junto a los pueblos indígenas, han sufrido de masacres y desapariciones. Por tanto, han sido históricamente, marginalizados y esclavizados, y la lucha que mantienen por la libertad en todo el continente americano; sigue llena de discriminaciones, agresiones y racismos, a pesar de las supuestas independencias; y a lo que se le suma el hecho, que la Guyana sigue siendo una colonia de los franceses.
Sumado a esto, señaló, que los pueblos negros siguen marcando un pulso importante en las luchas populares de las Américas, por lo que se hace necesario que reconozcan su historia en los territorios y la historia que traen desde África, y que se aparte de hecha por el colonizador y lo que esta le ha mostrado a la sociedad; porque la hecha por los pueblos negros tiene una marca y unas huellas propias. Por tal motivo, diversas organizaciones de pueblos negros, vienen trabajando en organizarse y generar solidaridades, para juntarse y enfrentar al neoliberalismo capitalista, que está al servicio de una pequeña élite en el mundo, como un proceso antinatura, que destruye el ambiente.
Maria Albenize Farias de CEDENPA (Centro de Estudos e Defensa do Negro do Pará), habló sobre el movimiento de mujeres negras del Amazonas y cómo surge para impulsar los desafíos de que tienen, al discutir las cuestiones de raza, clase y género, y preservar los saberes y la memoria, teniendo en cuenta, los contrastes y las resistencias que se viven en la región amazónica, en las que se evidencian desigualdades interregionales, socioregionales y de género, que deben ser tenidas en cuenta para la defensa del territorio.
Estos problemas, se evidencian en la necesidad que tienen las mujeres negras en salir de sus comunidades, para ir a la ciudad y morar a otra cultura, para estudiar y trabajar, en donde sufren humillaciones, al tener que enfrentar el racismo, el machismo, la violencia doméstica y la discriminación. Por otro lado, en sus territorios deben luchar por las amenazas generadas por los megaproyectos de los agronegocios, como el de la soya o el arroz, contra las hidroeléctricas, las mineras, la regularización de las tierras quilombolas, afrodescendientes, los quintales, las fincas, la contaminación de los ríos, que representan una inmensa serie de factores que afectan directamente el buen vivir.
Estos hechos, afirmó María, las han motivado para estar en el FOSPA, organizarse para unir el pensamiento y la narrativa de las diversas experiencias de mujeres negras que habitan el Amazonas. Por ejemplo, mencionó, que la violencia de género en el contexto que viven, desde el Brasil, está enraizado en el machismo, sobre una lógica de violencia estructural. Frente a esto, organizaron, en el 29 de noviembre de 2015, la Marcha de las mujeres negras en contra del racismo y a favor de Buen Vivir, que con 5 años de accionar, logra movilizar más de 100.000 mujeres negras en todo el país.
Para finalizar, habló, sobre la carta de las mujeres negras que propuso acciones para incidir en las políticas púbicas, desde: la vida y la libertad, la promoción de la igualdad racial, el derecho al trabajo, el empleo, el territorio y la tierra, la justicia ambiental, la defensa de los bienes comunes, la no mercantilización de la vida, el derecho a la seguridad social, la educación y la justicia.
Bruno Apouyou del Grand Conseil Coutumier de Guayane, señaló, que los cimarrones, son un pueblo afrodescendiente, que escaparon y no aceptaron la esclavitud, considerándose siempre libres, que suman 6 etnias negras cimarronas refugiados del lado francés, para así escapar de la esclavitud. Posteriormente, se organizaron como pueblos, como el pueblo Buchelene, con tradiciones africanas, que se mantienen hasta la luz de hoy y son las que consideran, les han salvado. Por tanto, mantienen su espíritu libre, sabiduría tradicional, su organización y resistencia como pueblos originarios, donde existen jefes de cada pueblo y las capitanías que dirigen, de forma que puedan mantener las costumbres y tradiciones, evitando ser víctimas de la esclavitud que genera la vida moderna.
Para lograrlo, indicó, forman profesionales desde la educación propia, teniendo mayores avances en Surinam, debido a su independencia. Y un ejemplo, de este trabajo, es que en este momento, el vicepresidente es un Bushelengue, y para lograr este tipo de reconocimiento, fue posterior a una guerra civil, en la cual el pueblo Bushelengue se enfrentó contra el ejército de Surinam, y hoy en día, gracias a esta lucha y resistencia, pueden ostentar cargos públicos.
Frente al trabajo en Guyana Francesa, dijo, que hoy en día tienen un diputado, y siguen incrementando su trabajo poco a poco y luchando sin armas, junto a sus hermanos los Creole e indígenas, para enfrentar las diversas problemáticas que afectan el ambiente y el Buen Vivir. De forma que han fortalecido sus conocimientos tradicionales, para así evitar la destrucción que causa el extractivismo y no perder sus riquezas naturales, que se necesitan para seguir sobreviviendo.
Raimunda Nilma de Melo Bentes de la Rede Fulanas, habló sobre el pensamiento, que se mueve en el continente, a partir de la Marcha de las mujeres negras, que impulsa el Buen Vivir, contra el racismo y la violencia, y le incorporan al feminismo decolonial, el eco feminismo y el feminismo comunitario y con estas particularidades, deciden enfrentar al gobierno de extrema derecha, que comanda en Brasil. De forma que divulgan, como paradigma el Sumak Kawsay y el Ubuntu, que se refieren al cuidado “cuidar de si, de nosotras mismas, de la otra, de todas, de la sociedad y de la naturaleza”, para que se pueda vivir autónomamente, y alterar y descolonizar la Amazonía, para a su vez, combatir los gobiernos de extrema derecha y el neoliberalismo.
Por otro lado, señaló, que han sido invisibilizadas, a pesar de ser población mayoritaria, entonces también, buscan aumentar “el autoestima colectivo” de la población negra del Amazonas, a través del fortalecimiento cultural y de la generación de propuestas en las políticas públicas, como mecanismos para alcanzar la equidad.
Zélia Amador de Deus del ADIS/UFPA (Assessória De Diversidade e Inclusão Social de lá Universidade Federal do Pará) habló, sobre el grupo de estudio afro amazónico, que surgió en 2003, con la finalidad de visibilizar los estudios sobre negritudes, que la militancia realiza hacia dentro de la universidad; apoyados, con investigadores y personas que hacen extensión rural y que tienen proyectos sobre la cuestión racial. Señaló, que este grupo abrió los «Concejos», una propuesta de política pública, para la creación de cuotas para la población negra en la universidad, ya que su presencia en las universidades brasileras era mínima, con una comunidad estudiantil de apenas el 2%.
En este sentido, señaló, que en los cursos presenciales no había población negra en todos los programas, menos aún, en los que la sociedad considera de mayor prestigio, como: medicina, derecho, odontología, arquitectura, ingenierías. En estos, prácticamente no se encontraba un estudiante negro. Entonces, se propuso crear una cuota del 20% de cupos para negros en la universidad, tarea que no les fue fácil, y se quedo guardada por mucho tiempo en la burocracia universitaria, ya que creían que en Brasil no existía racismo, afirmando que había una democracia perfecta racial, idea común del brasilero. Entonces, esto lo juntó al hecho, que el movimiento negro ha luchado por décadas para destruir ese censo común, pues sigue existiendo esa convivencia con el racismo, que ha hecho que la juventud negra sea víctima de genocidio y que la sociedad blanca racista acepte esto con mucha tranquilidad.
Por lo tanto, resaltó, que la propuesta para ennegrecer los espacios académicos en la Universidad de Pará, una de las más grandes del Panamazonas, es de vital importancia, ya que la presencia negra en la región es muy grande, pues solo en el estado de Pará, suman casi el 75% del censo, negros y pardos, sin embargo, eso no se refleja en la población universitaria. Por lo que, se tuvieron muchos problemas para que fuera aprobada la propuesta, ya que además fue modificada por la burocracia, que terminaron articulando la cuestión racial con sólo problemas de la escuela pública, de forma que la propuesta aprobada en 2005 y ejecutada en 2008, no fue la elaborada en un principio por el movimiento negro. De todas maneras, aclaró, que desde ese momento la universidad pasó a tener presencia de personas negras en los programas de prestigio.
En este sentido, señaló, la importancia de descolonizar el conocimiento, para llevar dentro de la universidad las experiencias y epistemologías africanas e indígenas. Propuesta que ha sido la tarea principal del grupo de estudios afro amazónicos, pues resaltó, que una persona negra que entra en la universidad, entra con sus historias marcadas en su propio cuerpo, y lleva también, el peso del racismo, que enfrenta en la cotidianidad y el de un pueblo que fue a lo largo del tiempo vilipendiado y masacrado, desde el rapto de las personas negras del continente africano. Por tanto, esta cuestión, permanece hasta hoy en el cuerpo que negros y negras de la diáspora y lo cargan en sus cuerpos.
El poeta, Elie Stephenson de la Guyana Francesa, señaló que su país colonizado por Francia en este momento, funciona como una colonia bajo su poder y todas las decisiones relativas a la economía, la política o cualquier decisión que tenga que ver con el territorio, están centralizadas por dicho gobierno. Así que son un pedazo de Europa en América del Sur, hecho al que menciona como surrealista, y ambiguo para quienes viven allí, ya que son europeos, pero físicamente están en otro lado, lo que lo convierte en un «absurdo, una locura, un sinsentido, que tiene muchas repercusiones en las relaciones políticas», pues son escasas las que se tienen con los vecinos de al lado. Y por otro lado, mencionó, que el Estado francés para todo lo concerniente como sociedad, los ve como una «banalidad, una cosa simple, que hace que los problemas lleven décadas en resolverse», porque los mantiene como un territorio, que nada tiene que ver con su geografía.
Esto, señaló, es un sistema esquizofrénico, en donde, los pueblos indígenas también sufren, porque no son vistos como tales, porque Francia afirma que, en Guayana, sólo hay un pueblo, el francés, entonces, por ejemplo los Taquiña, del Ticuo no existen, e igual con el pueblo Bushelengue, los Shoca, los Samacá, y otros. De forma que, como pueblo creole, tienen una situación nada buena, «porque son todo y nada a la vez», condición en la cual pierden su identidad en el territorio y una separación brutal entre el ambiente natural, que es la Amazonia y la América del Sur. Entonces, mencionó, que la presencia de Francia, es una situación que intelectualmente y psicológicamente es dañina; por lo que, se les vuelve una tarea compleja, enraizarse en la realidad que viven y construir otra Guyana, que tenga su lugar y sea parte de América del Sur, desde las alianzas con el resto del continente.
En este sentido, afirmó, que se sienten capaces y fuertes para enfrentar este desafío de la independencia, porque no se sienten solos y están rodeados y apoyados, por las compañeras y compañeros del FOSPA con todas las organizaciones y países que lo apoyan. Entonces, señaló, finalmente que se comparte una misma vibración, una misma esperanza, una misma visión, una misma energía vital, con estos pueblos, de otro futuro.