Durante todo el largo proceso del VIII Foro Social Panamazónico la cultura, el arte y la recreación lúdica, fueron una constante, que estuvo presente acompañando actividades de debate y reflexión y generando un mensaje de alegría y esperanza que habitaba también las resistencias, denuncias y propuestas. Concursos de canciones, vídeos y redes sociales, que incluían siempre libros, pinturas y productos artísticos de los pueblos amazónicos y andinos, fueron la tónica a lo largo de muchos meses y jugaron un rol importante en todos los pre foros nacionales.
Durante la realización de la cita internacional en la Universidad Nacional San Martín de Tarapoto, y en las pre inauguraciones simbólicas de Chazuta, Yurimaguas y Lamas, esto volvió a ser parte del proceso, a través de pasacalles, obras teatrales, ceremonias y rituales, exposiciones fotográficas y un sin fin de múltiples expresiones. A lo largo de los días del Foro, numerosas vídeo conferencias permitieron enriquecer los debates y reflexiones.
Símbolo mayor de esta dimensión fue la feria del Buen Vivir, muy bien organizada que entregó al público del participante del Foro más de un centenar de estands con diversos productos gastronómicos y artísticos de diversas regiones del Perú, especialmente de pueblos indígenas, que hicieron las delicias e impresionaron a la concurrencia.
En este mismo espacio se mantuvo un micrófono abierto todo el día, a través del cual se contó con innumerables vídeo charlas, conferencias, expresiones poéticas, de canto, danza, teatro, entre muchas otras, sobre los más diversos tópicos pertinentes al Foro. Allí, se producían de manera natural diálogos, encuentros e intercambios de vivencias y sueños, y se celebraba con el baile colectivo por las noches. Todo esto, justo a un costado y en complemento perfecto con la carpa de circo que sirvió de espacio para las plenarias del Foro, y que era a su vez una metafora de esta misma dimensión lúdica y mágica que compartió con la Feria.