El espacio “Ciudades para vivir en la Panamazonia- Andina” del VIII Fospa discutió durante dos días el concepto de ciudad, cuestionando la noción de ciudad como necesariamente antagonista al bosque en la Panamazonía- Andina.
Representantes políticos, líderes indígenas, académicos y trabajadores de organizaciones de toda la panamazonía-andina, se reunieron para discutir el rol de la ciudad, sus oportunidades, consecuencias y defectos en el contexto panamazónico andino actual.
Se presentaron varios testimonios que permitieron analizar todas las variables de la influencia de las ciudades. Uno de ellos, proveniente de Pucallpa, cuestionaba “¿Si voy a la ciudad, de qué vivo?”. Para llegar desde su comunidad a la ciudad tiene que navegar ocho horas en bote, esta intervención refleja la problemática entre lo rural y lo urbano.
La propuesta que venía acompañada con esta intervención era que el Gobierno Municipal les propuso otorgar servicios básicos, pero a cambio, la autoridad gubernamental, les exige que migren a la ciudad; dándoles un espacio de 10 metros por 30. Lo cual rompería completamente sus hábitos de vivienda, de desarrollo, alimentación y producción.
La alternativa que propone la comunidad Shawis, es estar cerca de la ciudad, pero no en ella. “Vivimos aterrorizados por las pistas que pasan por las escuelas en donde nuestros hijos estudian, con temor de que sean lastimados. No podemos decir que no a los avances, pero todos deben ser hechos con límites y determinaciones para que se realice un equilibrio entre la madre naturaleza y el desarrollo”, explica un miembro de la comunidad.
Las amenazas
El Estado Peruano ha mantenido, desde el inicio de la República, una política de dominación y control del espacio. Este modelo no es compatible con todas las geografías, sobre todo con la Amazonía. La primera consecuencia es que este formato de ciudad impone sus propios modelos de vida, los cuales son, en mayor y menor medida, incompatibles con los ciudadanos de dichas zonas.
Sin contar con el daño que esta visión de dominio le hace al espacio, en forma de deforestación, contaminación, acidificación del agua, etc. también hay un impacto clave en la forma en la que los jóvenes ven su propia cultura. Al no verse reflejados en el “nuevo estilo de vida” se apartan y avergüenzan de su cultura y comunidad cortando sus costumbres de raíz.
Un punto clave, discutido y mencionado es que la tecnología y los medios de comunicación abruman a los ciudadanos no occidentalizados. Por un lado, la tecnología que se presenta en este tipo de ciudades no cubre las necesidades de los comuneros, no se adapta y no aporta. Por el otro, los medios de comunicación, aunque cada vez menos, no representan a los ciudadanos amazónicos-andinos, mucho menos a los indígenas. Al no verse representados, por lo general los jóvenes, se sienten invisibilizados.
Propuestas y oportunidades
Luego de la exposición de testimonios y el planteamiento de problemáticas, durante el final de la segunda fecha, se establecieron una serie de oportunidades y de propuestas figuradas en la ciudad.
“Necesitamos ciudades pluralizadas, ciudades en donde respetemos a cada uno lo que pertenecemos a ella. Nuestras ideologías, lo que más importa es salvar la naturaleza dejando atrás conveniencia de sí mismo y pensar en el bien común”, resumió uno de los asistentes la discusión final.
Uno de los pilares de la reflexión fue el punto de partida de que la mayoría de los presentes eran urbanos, y que, por más flexibles que fueran, siempre iban a tener una reflección que partiera de su vivencia. No se trata de hacer un apartado de experiencias, pues las comunidades tienen el derecho de tener todos los servicios que vean convenientes para ellos; sino buscar la manera equilibrada de que haga. La propuesta fuerte fue por medio de políticas públicas, pues éstas trascienden a iniciativas particulares que se dan en experiencias de ciudad muy puntuales.
Lo esencial es incentivar la participación de las comunidades, respetar la Consulta Previa y combatir la corrupción. Esto solo podría ser posible promoviendo espacios de diálogo horizontales entre las comunidades y los gobiernos.
Discusiones pendientes
A pesar de haber llegado a concluir exitosamente los cuestionamientos principales de la agenda, algunos temas pendientes se aterrizaron parcialmente, pero se marcaron para un posterior desarrollo.
Uno de ellos es reconocer los Derechos Ecológicos, pero con el agregado de un especial ahínco en los derechos ecológicos de los niños. Pues, al basar su desarrollo en el espacio, el crecimiento de los más jóvenes se ve perjudicado, primero que nadie, por la contaminación.
Muchos gobiernos desconocen a las comunidades por ello se debe promover su valoración y aprovechamiento reconociendo de manera más clara sus derechos, realizando de manera continua foros con la participación de las comunidades Panamazonicas. Incentivar la utilización de los tratamientos Indígenas, de manera que la medicina que solemos utilizar sea utilizada como última alternativa. Implementar cultura televisiva para los niños evitando así que se les presente programas que no sean educativos. Incorporar una iniciativa de “empresa comunal” con los recursos que se tengan a la mano y sean viables para su comercialización.
Encuentra también información sobre este espacio en los siguientes links:
www.cenca.org.pe
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