Propuestas sobre deforestación, degradación y contaminación para la Cumbre de Presidentes de la Amazonía
ESTADO DE SITUACIÓN
Según el Panel Científico por la Amazonía[1] este bioma ha perdido 870.000 km2 de bosques primarios; un área que es tres veces la superficie de Ecuador y más de tres cuartas partes la superficie de Bolivia. A ello hay que sumarle 1.036.080 km2 de bosques amazónicos degradados que tienen una mayor mortalidad de árboles, menores reservas de carbono, temperaturas más altas, menor humedad, mayor exposición al viento y exhiben cambios en la composición de la fauna y la flora. La deforestación y la degradación combinada de bosques alcanzan ya el 26% de los bosques amazónicos.
Brasil y Bolivia concentran el 90% de la deforestación. La sabanización ya se está produciendo en estos dos países, mientras que Ecuador, Colombia y Perú avanzan en el mismo sentido.
La Amazonía está al borde de un punto de no retorno. Un pequeño cambio puede provocar un cambio abrupto del ecosistema por mecanismos de retroalimentación. Estamos frente al peligro de un colapso sistémico en la Amazonía[2] por los impactos combinados de la deforestación, los incendios, la contaminación multicausal de las aguas y el suelo (agroquímicos, narcotráfico, minería, hidrocarburos) que degradan o destruyen ecosistemas amazónicos, las agroindustrias (soya, palma y otros monocultivos), la bioeconomía basada en commodities, y en general, la expansión de la frontera agropecuaria que ha alcanzado un 15% de la Amazonía.
La extinción regresiva del Amazonas afectará a los pueblos que la habitan, a los países amazónicos y al mundo en su conjunto porque sólo a nivel del cambio climático se emitirán adicionalmente 110 a 275 Gt CO2eq, contribuyendo al incremento de la temperatura mundial en 0,1 a 0,2ºC.
La deforestación no es un hecho inevitable. Entre 2004 y 2012, la deforestación en la Amazonía brasileña se redujo por casi un 84%, de más de 27.000 km2 a 4.500 km2 debido a la elaboración e implementación del Plan de Acción para la Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonía, el PPCDAm, un conjunto de acciones que partieron de: a) una voluntad y decisión al más alto nivel articulando todas las reparticiones estatales, y no sólo aquellas vinculadas al medio ambiente, para la realización de acciones intersectoriales, b) al establecimiento de un sistema de evaluación, vigilancia y seguimiento permanente y de medidas y sanciones que desincentivaron la deforestación que en su amplia mayoría es ilegal, c) al establecimiento de nuevas Áreas Protegidas y a la titulación de territorios indígenas, con combate a la apropriacíon predatória y ilegal de tierras públicas (grilagem) d) al apoyo a proyectos locales orientados a una economía sostenible, y e) a una articulación del apoyo externo para la definición, implementación y continuidad de las medidas asumidas. En el diseño original del PPCDAM (2004), se creó un componente de ‘infraestructura ambientalmente sostenible’ para asegurar el análisis previo de los riesgos de deforestación y la evaluación de alternativas antes de tomar decisiones, así como fortalecer la gobernanza territorial y monitorear los impactos en el entorno de las obras de transportes y energía.
Las áreas protegidas y los territorios indígenas cubren alrededor de la mitad de la Amazonía (48%) y son vitales para su preservación. La mayor parte de la deforestación se da fuera de las áreas protegidas y los territorios indígenas (86%). Los bosques que están por fuera de los territorios indígenas y las áreas protegidas registran las más altas tasas de afectación.
A partir de mediados de la década pasada en la Amazonía brasileña se fueron debilitando y erosionando las políticas y acciones contra la deforestación. En los últimos años la creación de áreas protegidas, así como la titulación de territorios indígenas, se fue desacelerando y la normativa y el cumplimiento de la misma se fue debilitando generando un nuevo incremento de la deforestación que repercute a nivel regional. En varios casos, las áreas de las unidades de conservación fueron reducidas, para servir a los intereses privados de especuladores de tierras, ganaderos, madereros, empresas mineras, constructoras de hidroeléctricas, etc. En otros casos las áreas protegidas se establecen encima de territorios ancestrales de los pueblos, con altos costos de operación y generando conflictos con los pueblos aledaños.
Según diferentes estudios científicos el punto de no retorno de la Amazonía ocurrirá en esta década si no se toman medidas urgentes.
NORMATIVA Y MECANISMOS
OTCA
- Las declaraciones de Presidentes de la Amazonia de 1992 y 2009 hacen referencia solamente al “uso sostenible de los bosques” lo cual ha sido ineficaz para frenar la deforestación. Sólo la declaración de Manaos del 2009 hace mención a la deforestación planteando identificar “acciones para reducir y monitorear la deforestación”[3].
- A nivel de la OTCA se ha aprobado en 2021 un “Memorando de entendimiento de cooperación y asistencia mutua para el manejo integral del fuego entre los países miembros de la OTCA”, que tiene por objetivo establecer una “Red de Manejo Integral del Fuego” para la coordinación, colaboración e intercambio de conocimientos, experiencias y recursos técnicos, y la implementación de políticas y acciones adecuadas en materia del fuego. Así mismo la OTCA ha establecido un Observatorio Regional Amazónico donde se registran focos de calor y otros indicadores de la Amazonía.
- La Agenda Estratégica de la OTCA 2010-2018 incluye el subtema bosques con acciones para “diseñar metodologías para la valoración económica y ambiental de los bosques”, “monitorear la cobertura forestal y control forestal”, “promover y fortalecer el manejo forestal comunitario”, “promover cooperación técnica y financiera…” y otras sin que esté disponible un documento de evaluación de acceso público sobre dichas acciones, ni tampoco precisiones si quedan en planes o llegan a los territorios y si incluyen modalidades de bioeconomía de los commodities y mercados de carbono.
- La OTCA no tiene metas de reducción de deforestación, degradación ni contaminación, ni consigna una visión más sistémica que incluya evitar el punto de no retorno de la Amazonía.
UICN
- La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha adoptado en 2020 una resolución para “Evitar el punto de no retorno en la Amazonía protegiendo el 80% al 2025” en “colaboración con y reconociendo el liderazgo de los pueblos indígenas en la Amazonía asegurando su consentimiento libre, previo e informado, y con el pleno reconocimiento de sus derechos, a sus tierras, territorios y aguas, como medida para garantizar la integridad del ecosistema, detener la deforestación, la pérdida de biodiversidad y el cambio de uso de suelo, y prevenir llegar al punto de no retorno”[4].
PROPUESTAS
a) Adoptar una visión pan amazónica regional para evitar el punto de no retorno de la Amazonía y garantizar la preservación de al menos el 80% de la Amazonía para 2025 en base a un Plan de Acción de Emergencia Estratégica Regional para la Amazonía, con prioridad en intervenciones efectivas territoriales .
b) Fijar como objetivo de dicho plan la eliminación de la deforestación, degradación y contaminación, de carácter ilegal para 2025, y otro similar, para la deforestación legal para 2027. Debemos alcanzar cero deforestación antes del 2030 para evitar el punto de no retorno de la Amazonía.
c) Titular el 100% de las demandas territoriales indígenas, afrodescendientes y de comunidades tradicionales, que aún no han sido tituladas/demarcadas y ampliar y fortalecer las áreas protegidas para que cumplan sus objetivos en la preservación de la Amazonía.
d) Asignar recursos financieros permanentes para los territorios indígenas, afrodescendientes y de comunidades tradicionales, con acceso directo de sus organizaciones representativas, y las áreas protegidas para el logro de los objetivos del Plan de Acción de Emergencia Estratégica Regional para la Amazonía.
e) Garantizar procesos de consulta que tengan como finalidad el consentimiento previo libre informado y de buena fe en todas las políticas, estrategias, planes, actividades, obras y proyectos en territorios indígenas, afrodescendientes y comunidades tradicionales.
f) Identificar y abrogar las normas y disposiciones que posibilitan y aceleran la deforestación, degradación y contaminación, de la Amazonía a nivel de autorizaciones de desmonte, agroquímicos, mercurio y similares, así como de multas, sanciones, flexibilización de la norma ambiental e indígena, afrodescendiente y comunidades tradicionales, ampliación de la frontera agropecuaria y otras.
g) Establecer normativas más estrictas y efectivas que sancionen a los principales impulsores de la destrucción de la Amazonía para actividades agroindustriales, mineras, hidrocarburíferas, mega hidroeléctricas, emprendimientos de bioeconomía de los commodities y otros, a través de la suspensión de sus licencias y concesiones, el no otorgamiento de financiamiento, y la reversión de su propiedad agraria.
h) Implementar un modelo integral de gobernanza de la Amazonía con representación y reconocimiento de los pueblos indígenas, afrodescendientes, comunidades tradicionales, campesinos y otros actores de la Amazonía.
i) Crear mecanismos para frenar la deforestación, degradación y contaminación exportada a través de la obligatoriedad de obtener un Sello Amazónico que certifique que los productos agropecuarios, mineros, de bionegocios y energéticos a ser exportados no contribuyen a los tres procesos señalados . Establecer el uso y verificación del Sello Amazónico para las grandes cadenas de comercialización en los grandes centros urbanos de los países Amazónicos.
j) Garantizar evaluaciones de impacto ambiental integrales, acumulativas, que consideren alternativas a los proyectos en evaluación, y que sean realizadas por entidades independientes que no tienen intereses en dichos proyectos, y sean ejecutadas de manera transparente y participativa.
k) Desarrollar acciones para la restauración de tierras degradadas, basadas en especies nativas, regeneración de flora y fauna, y evitando monocultivos y especies exóticas.
l) Implementar acciones para reducir la expansión y presión de la ganadería bovina y la agroindustria sobre la Amazonía.
m) Adoptar un plan para dejar los combustibles fósiles bajo tierra, generando mecanismos de exclusión de la Amazonía que eviten nuevos proyectos de exploración y explotación, y desarrollar acciones progresivas para la reducción hasta la eliminación de los actuales proyectos de extracción existentes en la Amazonía. Desarrollar procesos de transición energética justa y popular que responda a los contextos y dinámicas propias de la Amazonia.
n) Establecer incentivos a las personas, comunidades y municipios que contribuyen a reducir la deforestación, degradación, contaminación y a la preservación de la Amazonía.
o) Fortalecer mecanismos de participación, vigilancia y el control social para garantizar la reducción de la deforestación, degradación y contaminación.
p) Desarrollar acuerdos de cooperación y acciones transfronterizas para frenar y combatir las prácticas que contribuyen a la expansión de los incendios y la deforestación, degradación y contaminación entre países.
q) Fortalecer la cooperación en la lucha contra el narcotráfico y conformar un grupo de trabajo multipaís con el objetivo de abordar el impacto que tienen las economías y actores ilegales en pueblos indígenas ubicados en corredores transfronterizos.
r) Reconocer a la Amazonía como sujeto de derecho y garantizar su derecho inherente a existir, a preservar sus ciclos vitales, a su estructura y funciones evolutivas y a su restauración integral pronta y oportuna[5].
[1] La Amazonía que queremos, Panel Científico por la Amazonía, 2022. https://www.laamazoniaquequeremos.org/spa_publication/capitulos-en-resumen/
[2] Un llamado para la acción global para alejar al bosque amazónico de los puntos sin retorno, Panel Científico por la Amazonía, 15/11/2022. https://www.laamazoniaquequeremos.org/spa_publication/un-llamado-a-la-accion-global-para-alejar-el-sistema-forestal-amazonico-de-los-puntos-de-inflexion-version-extendida/
[3] Declaración de Jefes de Estado de la Amazonia, Manaos, de 26 de noviembre de 2009.
[4] https://www.iucncongress2020.org/es/motion/129
[5] Ver precedentes: Veredicto Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza, Glasgow 2021 y Sentencia STC 4360/2018, pronunciada por la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia de Colombia a favor de la Amazonía.