El estudio Amazonía boliviana: Entre la deuda, crisis climática y el extractivismo establece la existencia de una correlación y causalidad entre deuda, clima y extractivismo que está afectando a las poblaciones más vulnerables del país.
Se trata de un círculo vicioso. Bolivia se endeuda para financiar actividades extractivas que generan daños ambientales y, debido a los millonarios daños y pérdidas económicas producidas por eventos climáticos extremos, se requerirá cada vez más dinero financiado con nueva deuda.
El estudio fue realizado en el marco de la alianza de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (PBFCC) con la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (LATINDADD); en el caso de Bolivia, con participación de Fundación Jubileo.
La investigación de instituciones de la sociedad civil también se realizó en Perú, Colombia, Ecuador y Surinam, con el objetivo de reflejar los desafíos en materia de deuda, clima y extractivismo que los países amazónicos enfrentan, de manera exacerbada en el actual contexto de múltiples crisis y, además, buscan visibilizar las potenciales soluciones que contribuyen a enfrentar esta situación.
Deuda y extractivismo
El estudio señala que el endeudamiento es el resultado principalmente del déficit fiscal (más gastos que ingresos), pero en el caso de la deuda externa también podría ser producto de la necesidad de divisas. Uno de los datos establece que entre 2019 y 2023 se registró un incremento de más de 20 % de la deuda externa.
La deuda externa como porcentaje del PIB aumentó de 27,35 %, en 2019, a 30 % en 2022. Pero si se incluye en el análisis a la deuda interna, la deuda total supera el 50 % del PIB (llegando a 65 % en 2022).
Los datos muestran que más de 28% de la deuda se destina a infraestructura vial, como se observa en el siguiente cuadro:
Los principales acreedores siguen siendo los organismos multilaterales, aunque se registra un crecimiento importante de la deuda bilateral, principalmente con China.
La mayor parte de la deuda externa, casi 30 %, está destinada la infraestructura vial. En el caso de China son sus propias empresas las que construyen las carreteras.
¿Para qué se construyen carreteras? Para la exportación de productos de la industria extractiva. “Ahí hay una relación directa de hacia dónde está dirigida la deuda”, señala Juan Carlos Alarcón, Secretario Técnico del la PBFCC.
La investigación establece qué actividades extractivas están presentes en la Amazonía boliviana. Se mencionan 44 proyectos del sector hidrocarburífero, de extracción de gas y petróleo.
“En muchos casos estos proyectos están también en áreas protegidas nacionales donde antes no se podía por el marco regulatorio, pero ahora sí se puede estableciendo que es de interés nacional y que se requiere de recursos para satisfacer necesidades básicas de la población y, últimamente, también el sector minero”, mencionó.
La relación con la crisis climática
Tomando en cuenta el impacto del cambio climático en Bolivia, es de vital importancia realizar acciones principalmente de adaptación, para lo cual se necesitan cifras millonarias.
Hay una vinculación entre el modelo extractivista y la crisis climática. Los eventos extremos son más frecuentes e intensos. Entre los años 2000 y 2022 han afectado a más de un millón de familias, 31 % de estos eventos han sido incendios, seguido de la pérdida de la mitad de los glaciares bolivianos que son fuente de agua hacia la Amazonía. En el mismo periodo se han deforestado cerca de mil millones de hectáreas, principalmente para la ampliación de la frontera agrícola.
“Por un lado, hay una necesidad de obtener recursos económicos a través de mayor deuda y, por otro lado, hay millonarios daños y pérdidas económicas generados por los eventos climáticos extremos en todos los sectores. Esto significa que vamos a requerir mayores recursos”, manifestó Alarcón.
Principales recomendaciones
• Es necesario hacer sostenibles a las finanzas públicas y la deuda a través de reglas fiscales que limiten el sobreendeudamiento.
• Se deben implementar políticas para diversificar la economía nacional y darle mayor valor agregado a la producción. De esta manera, el país dejará de depender de los sectores extractivos y de recursos de endeudamiento. En ese sentido, Bolivia debe generar divisas a partir de una exportación más diversificada y así reducir la necesidad de comprar bienes del exterior.
• Se recomienda generar estrategias para canalizar recursos de donación, principalmente para la adaptación al cambio climático y para cubrir daños y pérdidas derivadas de eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones y otros.
Hacer visible la manera en que afectan y se interrelacionan la deuda, la crisis climática y el extractivismo en los países de ingresos bajos y medios incentiva a buscar soluciones potenciales. Por ejemplo, a través de tratamientos justos de la deuda, el acceso a financiamiento climático concesional y transparencia por parte de los acreedores del país. Finalmente, si Bolivia continúa dependiendo de la explotación de los recursos naturales para financiar el desarrollo y el pago de la deuda, no estará en la mejor posición para luchar y adaptarse al cambio climático.
Proyecto Amazonía
El proyecto “Deuda, crisis climática y extractivismo en países amazónicos” es ejecutado por la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (LATINDADD) con el fin de visibilizar las problemáticas que afectan especialmente a cinco países de la Amazonía y plantear soluciones que contribuyan a un futuro sostenible para todas las personas.
Esta iniciativa es ejecutada en coordinación con la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático – PBFCC (Bolivia), el Movimiento Ciudadano Frente al Cambio Climático – MOCICC (Perú), el Centro de Derechos Económicos y Sociales – CDES (Ecuador), el Instituto Popular de Capacitación – IPC (Colombia) y Projekta (Surinam).
Redacción e imágenes: Latindadd/PBFCC/Fundación Jubileo