Propuestas para la Cumbre de Presidentes de la Amazonía
Hoy estamos en un nuevo momento histórico para la Amazonía. La voz y la participación de las mujeres indígenas, quilombolas, campesinas, negras, feministas y de las organizaciones sociales y de la sociedad civil en su conjunto deben ser escuchadas por los mandatarios de la región Panamazónica. Los presidentes de Colombia y Brasil han abierto ese espacio para colocar nuestras propuestas políticas de erradicación de las condiciones que sustentan y reproducen las violencias que se ejercen desde los estados y las empresas contra los pueblos amazónicos y los cuerpos de las mujeres, del cual las más impactadas son las mujeres indígenas y negras.
Durante los últimos 8 años, en nuestra amplia diversidad en la Panamazonía, hemos logrado construir de manera conjunta en Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, un proceso de organización, lucha y resistencia a través de la implementación del Tribunal de mujeres en defensa de sus cuerpos y territorios y de nuestra Iniciativa de Acción que da forma colectiva a esta ruta que sostenemos en un contexto de ofensiva fundamentalista y militarista de los territorios que agrava la vulneración a nuestros derechos.
Como parte de este caminar queremos colocar nuestras voces en la Cumbre de Presidentes. Queremos reafirmar la fuerza política de las mujeres y reivindicar el respecto a su voz en la construcción de propuestas, iniciativas, compromisos y políticas de los Estados para frenar los procesos de violación de derechos, y avanzar en la defensa y garantía de los mismos en los territorios de la andino-panamazonía. Para ello nos hemos autoconvocado y reafirmamos que la violencia patriarcal ocupa un lugar central en la vida de la gran diversidad de mujeres, sobre todo de las mujeres indígenas, cuyos territorios están cada vez más amenazados y ocupados, siendo despojadas de sus medios de vida, perseguidas y asesinadas por defenderlos. Las mujeres estamos en el foco de la estrategia expansiva del frente empresarial mediático y su transformación en el objetivo de las guerras informales y represivas.
Las sentencias de los Tribunales que hemos impulsado han constatado las violencias que enfrentan las mujeres en los territorios y el desconocimiento a sus liderazgos como defensoras, así como la criminalización de sus cuerpos. Y también las han reconocido como sujetos políticos en el contexto Panamazónico y latinoamericano.
Nos reconocemos parte de un proceso que apuesta por seguir ampliando y fortaleciendo nuestros vínculos y alianzas para enfrentar el conflicto entre el capital y la vida. Afirmamos nuestros pasos hacia la construcción de una democracia desde la espiritualidad que supere las dualidades que nos oprimen, donde no haya patriarcado ni sistema opresor de nuestros cuerpos y vidas, territorio y naturaleza.
Mujeres indígenas, campesinas, negras, populares, de las aguas y de la ciudad, mujeres trans y lesbianas, son fuerza de expresión política en defensa de la vida, de la biodiversidad, de las semillas, saberes, reforestadoras que protegen la vida en la Panamazonía. Las empresas y fuerzas económicas que expropian los territorios imponen la violación y los gobiernos tienen gran responsabilidad sea por su acción, permitiendo la llegada, la explotación y la impunidad frente a la violencia que afecta a las mujeres por acción del extractivismo en los territorios. Estes gobiernos son también, ellos mismos, en muchos territorios, agentes de estas violaciones.
Para superar esta realidad, queremos presentar a los presidentes de los países de la Amazonía nuestras propuestas y demandas para que actúen adopten medidas institucionalizadas que no cambien cuando cambien los gobiernos de la región; haciendo realidad el derecho a la vida digna de las mujeres indígenas; respetando su cultura e identidad ancestral; asumiendo el compromiso con la erradicación de la violencia contra los cuerpos de las mujeres, niñas, culturas y cosmovisiones; garantizando sus derechos políticos y ciudadanos; frenando la violencia y las amenazas a las mujeres lideresas; estableciendo medidas firmes y efectivas de seguridad y sanción contra los grupos y fuerzas que promueven la violencia contra las mujeres que luchan en defensa de sus territorios, la biodiversidad y sus modos de vivir. Asimismo, exigimos el firme compromiso de los Presidentes en frenar la ofensiva extractivista que promueven el despojo y el desplazamiento de tierras en la cuenca amazónica. Este compromiso exige que en todos los procesos de diálogo y construcción de compromisos se garantice la presencia y palabra de las organizaciones de mujeres de cara a la Cumbre de Presidentes la Amazonía.
Nos reafirmamos las mujeres andino-amazonícas en exigir el reconocimiento de nuestros derechos a vivir una vida libre de violencias, al goce y acceso al territorio, a la salud integral, la salud sexual y reproductiva, a un ambiente saludable, a la educación intercultural, a la defensa de los recursos naturales, al goce de nuestros territorios.
Hacemos un llamado a ver las conexiones entre los distintos puntos de la agenda para la región Panamazónica. Reafirmamos la necesidad de las consultas nacionales previas al evento de los presidentes, porque son una oportunidad para presentar las iniciativas de las mujeres. Asimismo, realizaremos un evento paralelo a la Cumbre donde las mujeres tengamos voz propia con derecho a ser parte de las decisiones políticas sobre nuestros cuerpos y territorios.
PROPUESTAS
Presentamos a los presidentes de la Amazonía las siguientes propuestas y demandas:
- Garantizar el derecho a la vida digna de las mujeres indígenas respetando su cultura e identidad ancestral.
- Sancionar y erradicar toda violencia contra los cuerpos de las mujeres, niñas, culturas y cosmovisiones.
- Garantizar los derechos políticos y ciudadanos y la protección de la vida de las mujeres y consolidar medidas de seguridad para lideresas amenazadas
- Garantizar un enfoque de género en la distribución y titulación de las tierras.
- Sancionar la violencia ejercida contra los cuerpos y culturas de las mujeres y a los responsables del desplazamiento y despojo de tierras en la cuenca amazónica.
- Reconocer las condiciones de vulnerabilidad de las comunidades amazónicas, con énfasis en la erradicación de la discriminación que se ejerce en los establecimientos públicos hacia las mujeres.
- Garantizar que en la estructura de cooperación regional a ser acordada por la Cumbre de Presidentes por la Amazonía, como la OTCA y el Pacto de Leticia, existan espacios definidos para la participación vinculante de la sociedad civil organizada en la elaboración e implementación de políticas, programas y proyectos, así como para el ejercicio de veedurías y la fiscalización de estas iniciativas, asegurando espacios específicos de participación para las mujeres de la Amazonia.
- Garantizar la participación de los pueblos tradicionales, indígenas y de la sociedad civil organizada, incluidas las organizaciones de mujeres, en los mecanismos de gestión de los fondos de financiación para la Amazonía, a nivel nacional y regional.
- Asegurar que en todos los proyectos para la Amazonia se constituyan y lleven a cabo protocolos de Consulta Libre, Previa e Informada, según el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, garantizando que las mujeres sean parte activa en la toma de decisiones.
- Promover políticas de integración regional de carácter popular, respetando y promoviendo la autodeterminación de los pueblos amazónicos;
- Instar a que las propuestas y acciones de la Carta de Belém (elaboradas en el X Foro Social Panamazónico) sean consideradas en la planificación de los gobiernos nacionales y subnacionales de la Amazonia.