El Eje 3 de principio a fin: Así se vivió el XI FOSPA

Fospa Bolivia
Fospa Bolivia julio 31, 2024
Updated 2024/08/01 at 12:21 AM

El XI Foro Social Panamazónico (FOSPA) fue el evento más importante de la Amazonía del 2024 y se organizó en cuatro Ejes Temáticos en los que se desarrollaron actividades paralelas. En este contexto, hay personas que se quedaron con curiosidad de saber qué ocurrió en los demás Ejes a los que no pudo asistir y también hay quienes no lograron ser parte presencialmente del foro. Pensando en todas esas personas y también en aquellas que quieren revivir este magno encuentro, les traemos esta nota sobre el desarrollo del Eje Temático 3 de Extractivismos y alternativas. 

Con el apoyo del equipo del Programa de Periodismo Indígena y Ambiental (PPIA) de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA), con quienes se coordinaron tareas para cubrir el XI FOSPA, y las fotos compartidas por diversos comunicadores y periodistas, te relatamos cómo fue el inicio y cierre del trabajo en el Eje Temático 3. Además, te exponemos dónde fueron las visitas a comunidades in situ de los Grupos de este Eje, pues este espacio se constituyó en una innovación del XI FOSPA de gran valor para enriquecer la generación de conclusiones y propuestas. 

Denuncias contra el capitalismo y exaltación de alternativas para relacionarse con la Naturaleza marcan el tono de la apertura del Eje 3 del XI FOSPA

El XI Foro Social Panamazónico (FOSPA) inició el 12 de junio en la mañana con actividades simultáneas en las ciudades de San Buenaventura y Rurrenabaque (Bolivia). En la primera de ellas, en el Balneario don Alejo, tuvo lugar el evento de apertura del Eje Temático 3 de Extractivismos y Alternativas. En él, tomaron la palabra personas de Bolivia, Perú, Ecuador, Brasil, Colombia, Guyane y México, quienes mostraron que los problemas que se viven no solo en la Amazonía, sino el continente, son muestra de una crisis civilizatoria que solo puede enfrentarse con cambios y protegiendo, promoviendo modos alternativos de relación con la Naturaleza.

Representantes de algunas de las organizaciones indígenas presentes fueron los encargados de dar las palabras de bienvenida para dar inicio al acto de apertura del Eje 3. Herbert Irahola de Fundación Jubileo (Bolivia) llamó al frente a Pablo y Numa Flores de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD) del Perú; a Abigail Barau de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas Bolivianas (CNAMIB); Abel Machaca y Cornelia Ramírez, autoridades del ayllu Puñaca, ubicado en Oruro, Bolivia; Eli Cuña de la Central de Movimientos Populares (CMP) de Brasil y Juan Bay, presidente de la organización Nacionalidad Waorani de Ecuador (NAWE).

Palabras de bienvenida a cargo de organizaciones indígenas de diferentes países. Foto: ALER.

Cada representante saludó y mostró su entusiasmo por compartir con participantes de diferentes países. Tanto Pablo y Numa de Perú como Abel Machaca resaltaron que se busca abordar el tema de la contaminación que está afectando a los territorios indígenas. Abigail Barau y Eli Cuña señalaron que se espera construir alternativas y propuestas; la representante brasileña enfatizó al respecto: “Vamos a salir con soluciones para enfrentar el capitalismo salvaje”. Juan Bay recordó el triunfo del Yasuní para proclamar que hay que “yasunizar el territorio”.

Inmediatamente, se dio inicio al conversatorio inicial del Eje 1. Irahola explicó que habría dos paneles con exponentes de diferentes países. Para el primer conjunto de intervenciones, el moderador sería Luis Rojas del Bloque de Organizaciones Campesinas Indígenas del Norte Amazónico de Bolivia (BOCINAB).

Primer panel

María Eugenia García, rectora de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), fue la primera en tomar la palabra. Preparada con una presentación con diapositivas para presentar mapas, gráficas e imágenes, habló sobre la deforestación, los incendios y el extractivismo en Bolivia. Al discurrir sobre los impulsores de la deforestación, apuntó al desarrollo no planificado de la estructura vial; a la agresiva expansión de la frontera para agricultura y ganadería; a la tala de árboles y a las actividades industriales, entre ellas la minería.

La máxima autoridad de la casa de estudios superiores mostró datos impactantes del aumento de incendios y hectáreas afectadas entre el 2016 y 2022 en contraste al periodo previo del 2010 al 2015. Para terminar, habló sobre cómo la UMSA está aportando a visibilizar y combatir estos problemas. Entre las acciones mencionadas, resaltó la realización de un diplomado de extracción de oro responsable en el cual se enseña a aplicar técnicas de gravimetría en vez de mercurio.

El segundo panelista fue Jorge Neri del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Pará, Brasil, quien inició señalando: “Frente a la quema de los bosques, la producción de alimentos es una condición para repensar todos los modos de cómo se trata a la tierra”. El expositor explicó que, además de la minería, el agronegocio es otro de los responsables de la destrucción masiva de la Naturaleza, el cual es apoyado con normas que apartan a las poblaciones amazónicas de sus territorios tradicionales.

Neri remarcó que una de las razones para estar en este encuentro debería ser para “construir posibilidades para nuestros pueblos”, que son los que nos muestran que otra relación entre la humanidad y la Naturaleza es posible. Además, expresó que, en la COP 30, la posición del FOSPA debería ser una referencia fundamental, “precisamos decirles que hay que repensar toda la relación con el medio ambiente”.

El tercero en tomar la palabra fue Gonzalo Oliver Terrazas, presidente de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP) de Bolivia, quien habló de cómo las comunidades que aglutina su organización están siendo afectadas por la contaminación de sus tierras y aguas, y cómo procedieron a presentar una Acción Popular para detener las actividades mineras en los ríos Beni, Madre de Dios y sus afluentes.

Acabado el primer panel, se realizó un rito de permiso a la tierra para llevar adelante el trabajo del FOSPA, el cual fue oficiado por las autoridades del ayllu Puñaca, Abel Machaca y Cornelia Ramírez.

Rito de permiso a la Madre Tierra en el Eje 3. Fotos: Grupo de Trabajo de Cambio Climático y Justicia (GTCCJ).

Segundo panel

Para moderar el segundo panel se convocó a Diego Aguiar, articulador de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) Internacional, quien aseveró con entusiasmo que el FOSPA es “un espacio de lucha, de sinergia, estamos en el mismo caminar”.

Para la primera intervención volvió a hacerse presente Juan Bay de Ecuador. Para iniciar, presentó un video en el que, además de los impactantes paisajes del Yasuní, se apreciaban personas del pueblo Waorani expresando sus preocupaciones y demandas en su lengua nativa: “Presidente Noboa, déjenos vivir en paz en nuestro territorio”, “¡exigimos un cronograma de salida del Yasuní ya!”. Después, el líder invitó a dos delegados de la NAWE para una breve intervención de saludo, agradecimiento al FOSPA y palabras de ánimo. Estas dos personas fueron Isabel Baihua y Timoteo Huamoni, quien enfatizó: “No al extractivismo y sí a la vida desde el Yasuní”.

Bay retomó la palabra para explicar un poco más sobre la historia detrás de la protección del Yasuní. El pueblo Waorani entró en contacto hace seis décadas de manera forzada por el ingreso de empresas petroleras y, a pesar de las dificultades durante la campaña por el “Sí” al Yasuní, lograron ganar, lo cual es una “marca histórica de que los pueblos indígenas hacen respetar sus derechos”. Sin embargo, para efectivizar este logro y construir acciones con otros actores de la región invitan a una Cumbre Internacional por el Yasuní en agosto del presente año, en Ecuador.

Panelistas y participantes del Eje 3 intervienen en el conversatorio de apertura. Fotos: CENDA.

En segundo lugar, tomaron la palabra la pareja de autoridades –la mama talla y el mallku– de San Pedro de Totora, comunidad de Oruro, Bolivia. Graciela Choque expresó que en las tierras altas también están preocupados por la Amazonía, porque ellos también viven las afectaciones del cambio climático, pues ya no llueve cuando debería. Además, en su caso, no solo producen alimentos para su consumo propio, sino que abastecen a las ciudades, por lo que todos “somos dependientes de la Madre Tierra”.

Choque explicó que los pueblos de tierras altas también están luchando contra la minería, la contaminación y la escasez de agua, y vienen a estos espacios para hallar experiencias y estrategias que puedan servirles también para lidiar con estas preocupaciones. 

El mallku de San Pedro de Totora fue más breve en su intervención. Él remarcó que en su comunidad se realiza agropecuaria ecológica y que el factor climático está azotando a muchos lugares, como se puede ver con las granizadas, nevadas, inundaciones; pero también la humanidad hace daño y está detrás de estos problemas. Ante esto, espera que en el FOSPA se logre hacer intercambios, pactos y alianzas.

Para la tercera intervención, tomó la palabra Eléonore Johannes, presidenta de la Asociación KALALAWA de Guyane (Guyana Francesa), acompañada por una traductora. Ella habló de la explotación de oro ilegal y legal en esa parte de la Amazonía, donde también se usa mercurio y este envenena a las poblaciones autóctonas. En cuanto a la minería legal, explicó que, además de empresas francesas, hay empresas estadounidenses y canadienses con permisos para explotar oro. Estas empresas extranjeras utilizan cianuro, lo cual igualmente genera daños ambientales, y además deforestan. El gobierno creó una Comisión de Minería con 20 miembros, de los cuales solo tres son de pueblos autóctonos y, al ser minoría, no son escuchados.

Los siguientes panelistas eran de Putumayo, Colombia: José Proaños del Colectivo guardianes de la Andino Amazonia y María Chindoy de la Asociación de Mujeres Indígenas de la Medicina Ancestral Chagra de la Vida (ASOMI). Proaños explicó que la zona que habitan es muy biodiversa por la unión que se genera entre Amazonía y Cordillera, y que los extractivismos del país y de fuera los llevan a estar en resistencia permanente. Denunció también a las empresas canadienses, las cuales influyen en las normativas mineras y así logran destruir el territorio impunemente.

Por su parte, María Chindoy resaltó que “defender la Amazonía es defender la vida y la existencia de los pueblos indígenas”, pues no solo se busca defender el territorio de unos, es “defender la conectividad, (…) es defender la Madre Tierra”. En esta misma línea, agregó que nos han separado por países, departamentos, municipios, pero la Casa es de todos. Además, aseveró que la actual crisis no es solo climática, sino también de descomposición social.

Para cerrar la segunda ronda de disertaciones, se contó con Claudia Yadira Caballero del Foro Social Mundial de Economías Transformadoras, una plataforma internacional que está realizando un evento en octubre en Cali, Colombia, al cual quiere invitar a los miembros del FOSPA, pues ve que es necesario este proceso de “hermanamiento de luchas en defensa del territorio” y que en el fondo se comparten la intención de “cambiar cómo nos concebimos como humanidad”.

Caballero es mexicana y señaló que en su país también hay comunidades indígenas que defienden la selva y que se ven los mismos problemas: empresas avasalladoras, megaproyectores, minería y políticas que ponen el capital y los intereses económicos de unos cuantos por encima de la vida. Lo que su plataforma busca es transformar dicho modelo para que primen la Naturaleza y las personas, pues “en todo hay alternativas”.

Terminada esta última intervención, el moderador, Diego Aguiar, indicó que podían acercarse a tomar el micrófono aquellos que quisieran hacer consultas y comentarios. Se pudo escuchar sobre la situación con el litio en el Salar de Uyuni, en Bolivia, por parte de Beymar Cruz. También habló Cristian Nocumura, representante de los productores de frutos amazónicos de Riberalta (Bolivia), sobre cómo aplican sistemas agroforestales gracias al apoyo de instituciones y pidió que el FOSPA establezca una política de seguimiento a las resoluciones a las que se llegan. Miembros del pueblo guaraní de Bolivia también se hicieron escuchar, entre ellos Gabriel Baldivieso, presidente del Comité de Gestión del Área Protegida Aguaragüe. Otros que compartieron su situación, luchas y logros fueron Marcos Miranda y Nancy Arratia de la organización APPA LLAQTA de Cochabamba (Bolivia), y Amanda Colque Blas, perteneciente a un grupo de mujeres de la Reserva de Flora y Fauna de Tariquia, ubicada en Tarija. 

Las visitas in situ a comunidades del Eje 3 de Extractivismos y alternativas

El Grupo de Trabajo de minería y sus alternativas contó con dos visitas in situ. La primera fue a Charque sobre el río Beni, que es una de las 23 comunidades indígenas que habita en la Reserva de la Biósfera y Territorio Indígena Pilón Lajas. Orgánicamente está afiliada al Consejo Regional T ́simane Mosetén (CRTM). Las familias mosetenes de la población se dedican principalmente a la agricultura familiar, caza y pesca de subsistencia y al aprovechamiento artesanal del oro.

En la cabecera alta del río Beni, la explotación del oro se realiza a gran escala y por una diversidad de actores, tanto cooperativas como empresas mineras, de manera legal e ilegal. En los últimos años, la Autoridad Administrativa Minera ha cuadriculado gran parte del río Beni para la otorgación de contratos mineros. Las familias de la comunidad Charque han experimentado la presión por parte de actores mineros que buscaban ingresar a explotar este mineral en las cercanías de la comunidad, para lo cual han buscado cooptar a la comunidad mediante sobornos económicos, intentando dividir a la comunidad de la organización territorial y mediante amenazas. A pesar de ello, las familias indígenas mantienen su unidad en respeto con su estructura orgánica y se oponen al ingreso de terceros actores que busquen desarrollar actividades mineras en su territorio y espacios de vida.

La segunda visita in situ del grupo fue a Puerto Yumani, que alberga una población campesina indígena de origen tacana. Es una de las cuatro comunidades afiliadas a la Organización de Comunidades Indígenas de Rurrenabaque (OCIR), las cuales se dedican principalmente a la producción de frutas y verduras que abastecen a los centros urbanos cercanos al municipio de Rurrenabaque.

Desde hace un par de años, las comunidades de la OCIR tienen conflictos con pequeños mineros ilegales que se asientan en las playas del río Beni para la recuperación de oro, acción que genera impactos sobre estas áreas que colindan con los chacos agrícolas, además de la contaminación con mercurio. Después de una serie de advertencias, en agosto de 2023, la comunidad Puerto Yumani junto a las autoridades indígenas de la OCIR e instituciones de Rurrenabaque procedieron a la expulsión de los mineros asentados en sus áreas, sin embargo, el conflicto es recurrente.

Por su parte, el Grupo de Trabajo denominado transición energética tuvo su visita a la comunidad tacana de Carmen Florida, que es una de las 23 comunidades indígenas que hacen parte de la Reserva de la Biósfera y Territorio Indígena Pilón Lajas. Orgánicamente está afiliada al Consejo Regional T´simane Mosetén (CRTM). 

Es la primera comunidad del Pilón Lajas sobre el río Beni y, en el pasado, fue una de las que hizo resistencia frente a proyectos hidrocarburíferos y de la construcción de las hidroeléctricas Chepete Bala. Esta situación ha provocado que a la fecha la comunidad sea excluida de los servicios de distribución de energía eléctrica. 

Por otro lado, el Grupo de Trabajo ampliación de la frontera agropecuaria tuvo su visita in situ a la comunidad indígena Santa Rosa de Maravilla que se encuentra en el municipio de Ixiamas dentro del Territorio Tacana I. Dicho territorio alberga en total a 23 comunidades afiliadas al Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA). 

En los últimos años, el gobierno nacional ha promovido programas de monocultivos de maíz y arroz a través de EMAPA en el norte amazónico de La Paz, además de la instalación de viveros de palma africana a cargo del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) para la producción de agrocombustibles (autorizado bajo la promesa de emplear a personas de la comunidad y recibir beneficios que no se han cumplido a la fecha). 

En 2022 el CIPTA solicitó al INIAF en reiteradas ocasiones mayor información sobre el programa de oleíferas y sus posibles impactos al ambiente. Dicha solicitud no recibió respuestas. Después de un análisis colectivo, el Consejo de Corregidores Tacanas, que se reunió en marzo de 2023, determinó la paralización del programa de palma africana 1 ante la ausencia de consulta previa, irrespeto a la estructura orgánica tacana y una deficiente información hacia las comunidades donde se instalaron los viveros. 

A continuación tenemos la visita del Grupo de Trabajo soberanía alimentaria, que fue a la comunidad Carmen Soledad, que es una de las cuatro comunidades afiliadas a la OCIR. Su población se dedica principalmente a la producción de frutas y verduras que abastecen a los centros urbanos cercanos al municipio de Rurrenabaque. Las y los comunarios de la población visitada, pese a su vocación productiva, enfrentan dificultades para el fortalecimiento de su actividad ya que son pocos o nulos los incentivos y cada vez más los riesgos por el cambio climático, los incendios forestales y plagas que les afectan. 

En cuanto al Grupo de Trabajo turismo comunitario y ecoturismo, este visitó la comunidad San Miguel del Bala que se encuentra también dentro del Territorio Tacana I, que alberga comunidades afiliadas al CIPTA. Colinda con el Parque Nacional y ANMI Madidi, una de las áreas protegidas más biodiversas del mundo debido a su gran variedad topográfica, climática y altitudinal que dan como resultado diversidad de hábitats. 

Desde hace muchos años los habitantes de esta comunidad aprovecharon las bondades del bosque para abrazar el proyecto ecoturístico “San Miguel del Bala” que se ha constituido en una iniciativa pionera en turismo comunitario. Adicionalmente al trabajo en dicho rubro, los miembros de la comunidad se dedican principalmente a la pesca, agricultura, elaboración de medicamentos naturales y artesanía.

Xl Foro Social Panamazónico: Pueblos indígenas exigen un futuro sin extractivismo y con alternativas sostenibles

Al terminar la tarde del viernes 14 de junio, el Eje Temático 3 de extractivismo y alternativas −que incluía los grupos de trabajo sobre minería y sus alternativas, turismo comunitario y ecoturismo, aplicación de la frontera agropecuaria, seguridad, soberanía alimentaria y alternativas productivas sostenibles, y transición energética− realizó una asamblea de conclusiones. En este encuentro, se abordó las problemáticas y aportes al beneficio de los pueblos indígenas de la Amazonía, ya que en la sala manifestaron que el extractivismo es el monstruo que está devorando la región panamazónica, donde se extraen los recursos naturales y no renovables dejando la contaminación en los pueblos indígenas.

Rechazo al extractivismo y defensa de la Madre Naturaleza

El Eje Temático 3 sobre Extractivismo y alternativas fue contundente en su rechazo a las actividades extractivas que contaminan y destruyen el medio ambiente. La mesa de trabajo en el tema de minería exigió la declaración de todas las zonas de la región panamazónica como libres de minería, el cumplimiento de las sentencias y decisiones a favor de los pueblos indígenas, y la reparación de las zonas afectadas.

Transición energética justa y popular

El grupo de trabajo sobre transición energética rechazó la transición capitalista y neoliberal, proponiendo un modelo alternativo basado en la justicia, la participación popular y la armonía con la Naturaleza. Se planteó la descentralización de la producción energética, el respeto a los derechos colectivos y el desarrollo de alternativas energéticas desde los territorios indígenas.

No a la deforestación y agronegocios

La mesa de trabajo sobre ampliación de la frontera agropecuaria se manifestó en contra de la deforestación, los agronegocios, los transgénicos y la ganadería industrial. Se rechazaron los proyectos de palma africana para biodiésel y se respaldó la lucha de los pueblos indígenas contra el programa de palma africana en Bolivia. Se instó al reconocimiento y fomento de las prácticas ancestrales y comunitarias de siembra.

Soberanía alimentaria y agroecología

El eje de trabajo sobre seguridad, soberanía alimentaria y alternativas productivas sostenibles declaró innegociable la defensa de los territorios indígenas y campesinos frente a la expansión de la frontera agrícola, los monocultivos, la deforestación, el uso de agroquímicos y semillas transgénicas. Se propuso la implementación de un sistema alimentario basado en la agroecología, el fortalecimiento de la investigación y la innovación en agroecología y la creación de huertos urbanos.

Turismo comunitario

El turismo comunitario es una forma de resistencia ante el extractivismo, donde se promueve la gobernanza territorial y la diversificación de la Amazonía. Los representantes del grupo pidieron la implementación de mecanismos de formación, planificación e investigación para el desarrollo de las actividades. Además, planteó que se garanticen y generen condiciones a favor de los pueblos originarios a través de mecanismos que promuevan la participación política y efectiva de las poblaciones amazónicas.

Creación de un comité para la redacción final

Para garantizar que las propuestas de los diferentes grupos de trabajo se reflejen adecuadamente en el documento final del FOSPA, se creó un comité encargado de la redacción. Este comité velará para que no se realicen cambios a las propuestas presentadas por los participantes.

Las conclusiones del FOSPA representan un llamado urgente a la acción para construir un futuro sostenible en la Amazonía. Los pueblos indígenas exigen un cambio radical en el modelo de desarrollo actual, basado en el respeto a sus derechos, la protección del medio ambiente y la construcción de alternativas justas y equitativas.

Se espera que las propuestas del FOSPA sean tomadas en cuenta por los gobiernos, las empresas y la sociedad civil para avanzar hacia un futuro más justo y sostenible para la Amazonía y sus pueblos.

Redacción de nota de la asamblea de conclusiones del Eje por el equipo del Programa de Periodismo Indígena y Ambiental (PPIA) de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA); redacción de las demás partes y edición por la Comisión de Comunicación del FOSPA Bolivia

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