- El 27 y 28 de enero, en la ciudad de Chota, la Federación Rondera de Cajamarca realizó su XII Congreso, con 2300 delegados y delegadas plenos, representantes de las Rondas de las 13 provincias cajamarquinas, a los que se sumaron dos centenas de delegados y delegadas invitados fraternos, que incluían a dirigentes de la CUNARC, que organiza al movimiento Rondero en todo el Perú, a representantes de organizaciones amigas y también de redes y articulaciones continentales. Este último caso fue el de los representantes del VIII Foro Social Panamazónico (FOSPA), a realizarse en abril próximo en Tarapoto, selva peruana.
Las Rondas son esencialmente organizaciones de carácter comunal, auto organizadas y sostenidas por las comunidades para cumplir funciones de vigilancia, orden y administración de justicia. Se inspiran en el fuerte pasado comunitario que estaba a la base del orden social andino pre europeo y cuentan con antecedentes bien registrados en los primeros tiempos de la colonia española en Perú. Fueron reactivadas en zonas de Los Andes con débil presencia del Estado a partir de los años sesenta del siglo XX. Durante la época de la violencia interna jugaron un rol crucial para derrotar a Sendero Luminoso.
En razón de esa persistente presencia, que alimentó a su vez una rica reflexión y debate académicos, y tras una larga lucha, las Rondas consiguieron su reconocimiento constitucional como un tipo de justicia especial, legalmente como equivalente a la justicia tradicional occidental. Lo cual ha venido a converger y fortalecerse con la emergente normativa internacional, particularmente el Convenio 169 de OIT.
Desde ese reconocimiento constitucional se ha vivido un largo período de normas, reglamentaciones, polémicas, tensiones y conflictos entre ambas justicias, especialmente para definir sus ámbitos de competencia, pero también para aceptar los métodos expeditivos, estrictos y severos de las Rondas, las cuales que desde otro lado critican la lentitud, clasismo y corrupción de la justicia tradicional hegemónica. De ahí que representa un gesto altamente simbólico que por primera vez desde la existencia de las Rondas, un representante del Poder Judicial y el Ministerio Público regional estuvo presente en la ceremonia de inauguración de este XII Congreso que tuvo lugar en la Plaza de Armas de Chota, al igual que la llamada telefónica de saludo de Duberlí Rodríguez, Presidente del Poder Judicial del Perú, que fue reproducida en directo por los micrófonos del evento a la multitud rondera reunida en la plaza.
En las primeras décadas del siglo XXI las Rondas constituyen sin duda uno de los movimientos sociales más vigorosos, involucrados en los conflictos socio-ambientales que han marcado la última década de vida del país. Es el caso emblemático de la Federación de Rondas Campesinas, Indígenas y Urbanas de Cajamarca, existente desde 1987 y que se extiende a las 13 provincias de ese departamento andino. Sus líderes ocupan desde hace años los más altos cargos del gobierno regional y de gobiernos municipales, o las rondas tienen alianzas estrechas con ellos. Desde esa posición enfrentaron, al lado de la población cajamarquina, al proyecto minero Conga de la poderosa trasnacional Yanacocha, cuya larga presencia en la región se simboliza en el devastado paisaje, árido y envenenado, que impresiona al verlo en las cercanías de Chota, así como en los largos tramos de carretera sin asfaltar que están solo a minutos de esa presencia minera.
Consecuentes con ese vínculo, en este XII Congreso varias autoridades regionales y locales participaron rindiendo cuentas a la plenaria, escuchando las críticas y exigencias de los delegados y haciendo públicos el cumplimiento de compromisos normativos como la obligatoriedad del bilingüismo quechua español en los programas escolares de la región, oficinas municipales de tratamiento intercultural de las rondas, entre otras.
Sin embargo, este estrecho vínculo no ha dejado de traer consecuencias para las autoridades regionales. En público abuso e ilegalidad, el Poder Judicial peruano mantuvo al máximo líder Rondero cajamarquino, el profesor y Presidente regional Gregorio Santos, dos años en la cárcel de manera “preventiva”, mientras se le investigaba por acusaciones de corrupción. Desde la cárcel en Lima, Santos fue reelegido en su cargo con más de la mitad del electorado y más del doble de la votación de su más cercano competidor. Una clara señal de la crisis política institucional que arrastra el país en muchos ámbitos, entre ellos la relación de la capital con las regiones, y del Estado capturado por los poderes fácticos corruptores y anti ambientales de las trasnacionales.
El 27 y 28 de enero, en la ciudad de Chota, la Federación Rondera de Cajamarca realizó su XII Congreso, con 2300 delegados y delegadas plenos, representantes de las Rondas de las 13 provincias cajamarquinas, a los que se sumaron dos centenas de delegados y delegadas invitados fraternos, que incluían a dirigentes de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas (CUNARC), que organiza al movimiento Rondero en todo el Perú, a representantes de organizaciones amigas y aliadas, y también de redes y articulaciones continentales. Este último caso fue el de los representantes del VIII Foro Social Panamazónico (FOSPA), a realizarse en abril próximo en Tarapoto, selva peruana, y que ha definido su temática central en torno al Territorio, los Bienes de la naturaleza y la Interculturalidad de los pueblos de toda la Panamazonía Andina.
El movimiento Rondero es parte del proceso del FOSPA y participó del Pre Foro Nacional de Perú, realizado en octubre pasado en la misma Tarapoto, uno de los 11 Pre Foros que se realizaron en diversas ciudades amazónicas en seis países. Evento que entre otras resoluciones, aprobó una moción de denuncia de la criminalización que sufren los ronderos cajamarquinos y que se vio reflejada en este Congreso, cuando se anunciaba la palabra de varios dirigentes que soportan la increíble cifra de 200 y 300 acusaciones penales, algunas a cadena perpetua, por enfrentarse a los proyectos contaminantes inconsultos.
En el Congreso, Romina Rivera y Ricardo Jimenez, ambos miembros de Forum Solidaridad Perú y el Comité Organizador del FOSPA, saludaron a nombre del mismo e informaron a la plenaria del Congreso. También conversaron y entregaron folletos del FOSPA a numerosos interesados, que incluyeron a representantes amazónicos presentes también en el cónclave. Además, participaron como delegados invitados fraternos en las sesiones y debates del Congreso, especialmente en las intensas discusiones de la necesidad de una nueva Constitución Política del Estado que entre otros avances democráticos defina un Estado Plurinacional, el derecho humano al agua y de los pueblos a decidir sobre su territorio.
