Los hitos del Eje 4: así se vivió el XI FOSPA

Fospa Bolivia
Fospa Bolivia julio 31, 2024
Updated 2024/08/01 at 12:13 AM

Del 12 al 15 de junio tuvo lugar en Bolivia el evento más importante de la Amazonía del 2024: el XI Foro Social Panamazónico (FOSPA). En esta versión del encuentro y proceso, se establecieron cuatro Ejes Temáticos con actividades paralelas. Para aquellos que se quedaron con curiosidad de saber qué ocurrió en los Ejes en los que no participaron, para los que no pudieron asistir y para los que quieren revivir este fructífero evento, preparamos esta nota sobre los hitos del Eje Temático 4 de Resistencia de las mujeres.

Con el apoyo del equipo del Programa de Periodismo Indígena y Ambiental (PPIA) de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA), con quienes se coordinaron tareas para cubrir el XI FOSPA, y echando mano de las fotos compartidas por diversos comunicadores y periodistas, te contamos sobre la apertura y el Tribunal de Mujeres del Eje 4. Además, te compartimos información sobre las visitas in situ de los Grupos de este Eje, pues este espacio se constituyó en una innovación del XI FOSPA de gran valor para enriquecer la generación de conclusiones y propuestas. 

Mujeres indígenas alzan la voz en el FOSPA: “Nuestros cuerpos y territorio no se tocan”

En la apertura del Eje 4 Resistencia de las mujeres, en el marco del XI FOSPA realizado en la localidad de Rurrenabaque del departamento del Beni, contó con la presencia de mujeres representantes de diferentes países que participan en este espacio de articulación. Hicieron un llamado a las mujeres para unir lazos de hermandad para preservar la Amazonía y además evidenciaron los problemas que enfrentan sus territorios.

El conversatorio inició con un rito ancestral en homenaje y agradecimiento a la Madre Tierra y a las mujeres. La representante del Centro Flora Tristán, Mariela Jara Salas, recordó: “Nuestros cuerpos y territorio no se tocan, no se violan, no se matan”, un lema característico de la resistencia de las mujeres que fue incorporado durante el recorrido histórico del FOSPA.

Las representantes de los diferentes pueblos indígenas y amazónicos expresaron la marginación de sus derechos, la injusticia ambiental y la lucha que ellas realizan desde sus territorios. En este sentido, responsabilizan a los gobiernos de sus países de atentar contra su vida y la de futuras generaciones, haciendo caso omiso a las normativas internacionales y nacionales que precautelar tanto los derechos de las mujeres como los derechos de la Naturaleza.

“Nosotras las mujeres tenemos que luchar, no vamos a bajar la cabeza, tenemos que defender nuestra casa grande e incluso a costa de nuestras vidas”, declaró Dorca Narupa, representante de la nación tacana, haciendo notar que las mujeres son el bastión principal de lucha y resistencia de la casa común.

Wilma Mendoza, presidenta de la CNAMIB, moderando uno de los paneles del conversatorio de apertura. Foto: Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (PBFCC).
Algunas panelistas del conversatorio de apertura del Eje 4. Fotos: CMP Flora Tristán (fotos 1, 2 y 4) e Instituto Boliviano de Investigación Forestal (IBIF).

El foro también visibilizó los atropellos que sufre el pueblo Shuar de Ecuador, y se hizo evidente que la minería y la extracción de los recursos naturales son casos que comparten la mayoría de los demás países panamazonicos. En los territorios no se respeta la participación de todos los habitantes porque existen grupos que buscan sus propios beneficios y por ello los territorios llegan a ser amenazados.

Como acto emotivo y de reconocimiento, se rindió homenaje a la argentina Nora Cortiñas, activista defensora de derechos humanos y cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, así como a todas aquellas que lucharon en defensa de los derechos de las mujeres, derechos humanos y la defensa de los territorios.

“Las mujeres son como el agua, que cuando se juntan hacen fuerza”, una frase que se elevó durante el conversatorio en el inicio de los trabajos del eje cuatro.

Las visitas in situ a comunidades del Eje 4 de Resistencia de las mujeres

El Grupo de Trabajo territorio y participación de las mujeres, para su visita in situ, se trasladó a Villa Alcira. Esta comunidad se encuentra dentro del Territorio Tacana I, el cual es ocupado en total por 23 comunidades afiliadas al Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA), y está en el área de influencia del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi, una de las áreas protegidas más biodiversas del mundo debido a su gran variedad topográfica, climática y altitudinal que dan como resultado diversidad de hábitats. Sus comunarios se dedican a la agricultura de subsistencia, caza, pesca y al turismo comunitario. 

Actualmente, la comunidad está liderada por una mujer que ejerce el cargo de corregidora. Asimismo, cuenta con una organización de mujeres que se encuentra afiliada al Consejo Indígenas de Mujeres Tacanas (CIMTA). Las actividades turísticas son realizadas principalmente por las mujeres de la comunidad que dan a conocer a las y los visitantes los atractivos naturales y culturales que resguardan en su territorio. 

El Grupo de Trabajo de derechos y violencias contó con dos actividades. La primera fue la visita in situ a Bajo Colorado habitada por una comunidad del pueblo T’simane. La población visitada es una de las 23 comunidades indígenas que habitan en la Reserva de la Biósfera y Territorio Indígena Pilón Lajas; se encuentra entre la carretera Rurrenabaque-Yucumo. Como sucede con gran parte de las comunidades t´simanes, su población enfrenta problemas de discriminación, de acceso a servicios básicos, a salud y educación de calidad con enfoque intercultural, y viven la presión hacia sus áreas de ocupación y sus comunes provocada por actores externos asentados alrededor. Los incendios forestales de 2023 afectaron en gran medida sus chacos familiares, lo cual acarreó inseguridad alimentaria. 

Visita in situ a Bajo Colorado, comunidad del pueblo T’simane. Fotos: Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (PBFCC).

La segunda actividad del Grupo consistió en una visita al Complejo turístico El Chocolatal, ubicado en Rurrenabaque. Allí se abordó la importancia de la medicina natural en relación con la protección de la Naturaleza y la tierra.

XI FOSPA: Tribunal ético por los derechos de las mujeres en defensa de los cuerpos y territorios

El 14 y 15 de junio, mujeres de la Panamazonía se reunieron en la ciudad amazónica de Rurrenabaque, Beni, en el marco del XI Foro Social Panamazónico (FOSPA) y como parte de las actividades del Eje 4 Resistencia de las mujeres, para reflexionar sobre la situación de las mujeres, la vulneración a sus derechos y las afectaciones que sufren de manera desproporcionada.

Durante la instalación del tribunal, Denisse Chávez, miembro del Comité Internacional de Mujeres del FOSPA, comentó: “Estos ocho años, hemos venido trabajando y construyendo un espacio por donde hagamos denuncia de lo que nos está pasando”. El tribunal ético, que recapitula una lucha de más de ocho años, contó con la presencia de juezas de Bolivia, Brasil, Perú, Colombia y Venezuela, quienes asumieron la tarea de emitir veredictos sobre los casos presentados en el cierre del XI FOSPA.

Este tribunal, enmarcado en la Carta de Tarapoto, organizado por el comité internacional mencionado y compuesto por representantes de los países participantes del FOSPA, se estableció como una iniciativa en defensa del cuerpo y territorio de las mujeres. 

También se recapituló lo sucedido en el primer tribunal, donde se presentaron seis casos: tres amazónicos y tres que tuvieron relevancia internacional, como el de Máxima Acuña, quien fue defensora del agua en Conga, Cajamarca, Perú y el otro fue el asesinato de Bertha Cáceres en Honduras.

Juana Menaca, lideresa de la Central de Comunidades Indígenas de Velasco, denuncia caso de avasallamientos. Fotos: Instituto Boliviano de Investigación Forestal (IBIF).

En esta ocasión, se presentaron siete casos que afectan directamente al cuerpo, la salud y el territorio de las mujeres. El primero fue el caso de la zona de San Miguel de Velasco, Bolivia, donde las comunidades originarias están sufriendo avasallamiento de sus territorios ancestrales por personas ajenas al lugar, quienes realizan desmontes ilegales que ocasionan incendios forestales.

El segundo caso fue el de violencia contra mujeres del pueblo Wayoro en Brasil, quienes buscan el reconocimiento y la demarcación de sus territorios ancestrales. También se presentó el testimonio de la lideresa wayoro Walda Wajuru, que constantemente es víctima de discriminación y amenazas de muerte por su trabajo de resistencia y denuncia de la vulneración de sus derechos.

Otro caso fue el del río Marañón en Perú, donde las actividades extractivas están contaminando el agua y alterando las formas de vida de las comunidades. Mariluz Canaquiri, representante de la Federación Huaynakana Kamatahuara, afirmó: “En más de cincuenta años de explotación petrolera, solo ha traído muerte, enfermedades, contaminación de nuestros ríos-territorios, que ha venido dañando la salud, la educación y el buen vivir de nuestros pueblos en nuestros territorios”.

Un caso particularmente grave fue el de violencia sexual y los contagios de enfermedades de transmisión sexual a niñas del pueblo Wampis y Awajún en la provincia de Condorcanqui, Perú. 

Más de 500 niñas han sido víctimas de violación sexual, y más del 70% de las víctimas contrajeron VIH SIDA. Estos casos han sido desatendidos por las autoridades peruanas, donde el ministro de Educación lo calificó como una práctica cultural de los pueblos. Estas declaraciones provocaron indignación y protestas en el tribunal, donde las mujeres a viva voz manifestaron: “La violación sexual no es una práctica cultural, la violación es un delito”.

También se presentó el caso de las mujeres y los pueblos amazónicos en Colombia. A pesar de un acuerdo de paz del gobierno con grupos armados, los pueblos siguen siendo despojados de sus territorios ancestrales. La lideresa del pueblo amazónico Nasa, Zully Rivera, expresó: “Nuestras autoridades indígenas y nuestra guardia indígena están siendo masacradas; la juventud es la que más está pagando, se lo llevan con engaños a pagar una guerra que ni siquiera es de nosotros”.

Lideresas indígenas del pueblo Shuar Arutam de Ecuador también denunciaron que industrias extractivas, como la minería y el petróleo, están despojando de sus territorios a las comunidades amazónicas, y separando a las mujeres y niños de sus familias al ser desalojadas.

El último caso fue presentado por mujeres guaraníes del Chaco boliviano, quienes denunciaron la construcción de un túnel que atraviesa el Parque Nacional Aguaragüe, que sería parte del corredor bioceánico del sur que unirá Paraguay, Chile y Bolivia. La construcción está fragmentando reservas de aguas en la serranía del Aguaragüe, afectando directamente a las comunidades guaraníes de la zona. Las mburuvichas de las capitanías guaraní mencionaban que no se realizó una consulta previa a las comunidades y exigen que se respeten las decisiones de las capitanías.

El tribunal de mujeres, en el acto en plenaria del cierre del XI FOSPA realizado el 15 de junio, emitió un veredicto que incluyó resoluciones para contrarrestar y eliminar la discriminación contra las mujeres indígenas y canalizar sus demandas ante instancias internacional. Además, se comprometieron a hacer seguimiento de los casos y apoyar la lucha por la seguridad jurídica de las propiedades territoriales indígenas mediante los convenios internacionales, como el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y el Acuerdo de Escazú.

Lectura de sentencia del Tribunal de Mujeres en la clausura del XI FOSPA. Foto: CENDA.

Por otro lado, se mencionó la importancia de implementar servicios de salud integral, asegurando su adecuación cultural y al enfoque de género; de crear políticas públicas de protección de la niñez, y de respetar el derecho a la consulta previa.

Durante los tres días de trabajo en el Eje 4, se proclamaron consignas como “Las mujeres somos como el agua, crecen cuando se juntan” y “Resistir y seguir luchando hasta conseguir igualdad, autonomía y libertad en la diversidad de las mujeres de la Panamazonía”. Además, las participantes hicieron un llamado a la acción frente a las distintas formas de violencia que sufren.

Finalmente, se propuso salvaguardar la soberanía alimentaria y la salud de los pueblos amazónicos, amenazados por la mercantilización de la Amazonía. También se resaltó la importancia de revalorizar y recuperar las lenguas originarias para garantizar el vínculo intergeneracional y la transmisión cultural.

Redacción de notas de eventos del Eje por el equipo del Programa de Periodismo Indígena y Ambiental (PPIA) de la Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA), y redacción de complementos y edición por la Comisión de Comunicación del FOSPA Bolivia

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